jueves, 6 de mayo de 2010

El espejo mágico de M.C. ESCHER


LIBRO: el espejo mágico de M.C.ESCHER
autor: Bruno Ernst

recesión:
Este libro nos habla de la vida de Escher y de sus obras.

Resumen vida:

Maurits Cornelis Escher nació en 1898 en leeuwarden (Países Bajos), Siendo su padre ingeniero hidráulico.
Tenía 13 años cuando acudió a la escuela secundaria en Arnheim, a donde se habían mudado sus padres en 1903. No fue un estudiante destacado, no le gustaba ir a la escuela, es más tuvo que repetir 2 veces curso y no obtuvo el título final. La única asignatura por la que mostró gran interés fue la de dibujo.
Ni en arte sacaba buenas notas aunque esto no le importo. Se podía apreciar un gran talento en este chico, el único problema era que no se ajustaba al tema de examen.
Al padre de Escher no se le escapaba el talento artístico de su hijo por lo que decidió que este debía de recibir una formación científica sólida para después ejercer como arquitecto. En 1919 comenzó sus estudios en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem.
Poco tiempo más tarde Escher dejaría los estudios de arquitectura. Samuel Jesserun de Mesquita enseñaba artes gráficas en dicha escuela y en poco tiempo descubrió el asombroso talento del joven que se encontraba más en el arte decorativo que en la arquitectura. Su padre dio su consentimiento. Por lo que Escher cambio de asignatura y de Mesquita se convirtió en su maestro.
Dominó rápidamente la técnica del grabado en madera, y no destaco especialmente. El director de su escuela menciono que era un chico trabajador pero falto de ideas propias y de la espontaneidad artística.
Escher salió de la escuela de arte al cabo de 2 años.

En 1922 Escher viajó con dos amigos holandeses dos semanas por el centro de Italia. En otoño de ese año regreso sólo a ese país. Una familia que conocía hizo un viaje a España en barco, y Escher pudo viajar con estos gratis en calidad de cuidador de los niños. Tras una corta estancia en España se subió a otro barco en Cádiz, que lo llevaría a Génova. Paso gran parte de 1922 en una pensión en Siena, en la que le hablaron de la gran belleza del sur de Italia, por lo que Escher decidió viajar a esa zona. Por lo que viajo a Ravello, al norte de Amalfi. En la pensión en la que se hospedaba conoció a su futura mujer Jetta que pintaba y dibujaba como su madre sin haber recibido formación alguna.
Al casarse se establecieron en Roma en monte Verde y en 1926 nació su primer hijo.

Todas las primaveras viajaba durante 2 meses: los Asbuzos, Campaña, Sicilia, Córcega y Malta, acompañado por otros pintores que conoció en Roma.
En el mes de abril , cuando más agradable era el clima mediterráneo, partían en tren, en barco o la mayoría de las veces a pie, con la mochila a cuestas, a fin de recoger impresiones y realizar bocetos de los lugares. Dos mese después regresaban a casa cansados y flacos pero con cientos de dibujos.
En una ocasión viajo sólo a los Asbuzos y lo detuvieron por un presunto atentado al rey de Italia, aunque el no había tenido nada que ver y lo soltaron.
Dibujo preciosos paisajes de Catrovalva en ese momento Escher era bastante desconocido. Un par de exposiciones pequeñas y la ilustración de dos o tres libros contaban a su favor. Vendía pocas obras por lo que vivía en gran parte a costa de su padre.
A partir de 1951 pudo mantenerse de la venta de sus grabados. Ese año vendió un total de 89 grabados por cerca de 5000 florines. En 1954 vendió 338 grabados por cerca de 16000 florines , gozaba ya de una gran reputación, no por sus paisajes y escenas urbanas, sino por haber plasmado un mundo matemático que nunca dejó de fascinarlo.
Desgraciadamente su padre nunca estuvo en condiciones de apreciar su obra y en 1939 falleció a los 96 años.
A pesar de su relación con sus hijos no apreciaron realmente sus obras y era extraño ver como colgaban tan pocos cuadros de su padre.

A partir de 1935 el clima político en Italia se había vuelto insoportable para Escher. La política nunca le intereso; le resultaba imposible interesarse por otros ideales que la expresión de sus propios pensamientos mediante el arte que el dominaba.
Rechazaba no obstante, toda forma de fanatismo e hipocresía.
Por lo que se mudaron a Châteaux-d’Oex en Suiza. Aunque su estancia duro poco tiempo (dos inviernos), le resultaba insoportable el clima y los paisajes con tanta nieve no le inspiraban en absoluto.
Vivió en Suiza aislado, tomo clases de esquí y deseo con todas sus fuerzas perder de vista ese paisaje. Una noche se despertó a causa de unos ruidos extraños parecidos a las olas del mar, era Jetta que se estaba lavando el pelo. Por lo que le entro la nostalgia por el mar.

Al día siguiente escribió una carta a la compañía Adria de Fiume, empresa que se encargaba de realizar cruceros marítimos por el mediterráneo con los que hizo un trato que consistió en pagar su viaje y el de su mujer a cambio de los grabados que realizaría el tiempo de duración del crucero (invierno de 1936-1937)
Junto a su mujer visitó la Alambra de granada que la causo gran impacto.
Durante su estancia en España un malentendido provocó una estancia de varias horas en la carcel y la perdida de sus dibujos que fueron confiscados.

En 1937 Escher se trasladó con su familia a la localidad de Ukkel cerca de Bruselas. La estancia de un holandés en Bélgica se volvió muy difícil al comenzar la guerra.

En enero de 1941, Escher se mudo a Baarn (Holanda) Eligió esa ciudad por la escuela de enseñanza secundaria.
Durante su estancia en Holanda con su desagradable clima, el frío , la humedad, los días nublados y donde los cálidos y soleados son considerados un don del cielo, la producción de Escher fue sobremanera abundante. Apenas hubo más cambios o acontecimientos importantes. Sus tres hijos crecieron , estudiaron y siguieron el curso de la vida.
Escher realizó algunos cruceros por el mediterráneo. Sin embargo esto no trajo consigo la inspiración de antaño.
En 1962, cuando estuvo enfermo tuvieron que operarlo, su producción quedo interrumpida transitoriamente.
En 1969, realizó el grabado Serpientes, demostrando que no había perdido facultades. Su ejecución delata un pulso firme y un ojo agudo.

En 1970, se marchó a la Casa Rosa Spier de Laren, al norte de Holanda, una casa donde los artistas podían tener sus propios estudios, al tiempo que gozaban de todo género de atenciones.
Allí falleció dos años más tarde , el 27 de marzo de 1972.






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compresión de una de las obras que aparecen en el libro:


Comprensión de su obra ‘Naturaleza muerta con calle’ (grabado 1937)
Si se desea ve la obra de Escher- o una proporción de ella- a la luz de la historia del arte, tal vez convenga hacerlo con el surrealismo. El trasfondo de obras surrealistas sirve solo de contraste. Podemos contrastar su obra con la de René Magritte, en parte porque Escher apreciaba mucho su pintura, y en parte por notorios paralelismos entre los temas, la intención y la recepción de la obra de ambos artistas pueden ayudar a apreciar mejor la obra de Escher.
Magritte emplea la realidad deformándola , a objeto de estimular nuestra avidez por lo sorprendente. ‘Bien mirado toda nuestra vida es absurda’
En la vida cotidiana solemos estar de tal manera presos en la camisa de fuerza de la realidad que nos causa sumo placer entregarnos al goce de la superrealidad; así nos libramos por un momento del yugo de la realidad. Nuestro entendimiento se va de vacaciones. Embelesados nos regodeamos en un mundo imposible. Esto es lo que quiere expresar Magritte en su obra y muy distintos son los mundos imposibles creados por Escher. Él no podía estar de acuerdo con la ingenuidad que ofrece al espectador sus imágenes Magritte, Escher quiere probar que la superrealidad es una consecuencia inevitable de la realidad
Escher no excluye al entendimiento de sus dibujos, sino que al contrario lo hace participar en la construcción del mundo imposible en ellos representado.
Así crea 2 o 3 mundos que existen en un mismo lugar.

Cuando comenzó a experimentar con la representación de mundos simultáneos, Escher se valió de recursos que guardan una similitud sorprendente con los empleados por Magritte. Si comparamos su cuadro ‘los paseos de Euclides’ de 1955, con el grabado del holandés ‘naturaleza muerta con calle’ de 1937, observaremos que las intenciones de ambos artistas eran muy similares. En el cuadro de Magritte, el interior y el exterior se unen mediante la pintura colocada en el caballete, mientras que en el caso de Escher la superficie del tablero se transforma el el pavimento de la calle.

En el caso de Magritte, toda lógica y toda relación con la realidad es causal, al paso que Escher busca conscientemente la coherencia.
El surrealista crea algo enigmático, y un enigma será para el espectador su cuadro.
Si tuviese solución no habría alcanzado su meta. Hemos de perdernos en el enigma, que simboliza todo aquello que de enigmático e irracional tiene nuestra vida. En Escher encontramos también un enigma, aunque resuelto, por más que la solución esté más o menos oculta. Para Escher no es el enigma lo que tiene primordial importancia; espera que nos asombremos, pero también que salgamos se nuestro asombro resolviendo el enigma.
Nuestro artista ha vuelto siempre al tema de la simultaneidad de la mezcla de mundos distintos. Conforme pasa el tiempo, las soluciones que da a este problema resultan cada vez más convincentes.

Escher domina la perfección una lógica visual contundente, gracias a la cual lo imposible se vuelve posible.

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